La ciudad de Móstoles se ha convertido en los últimos años en una referencia en cuanto a gastronomía en la provincia de Madrid. A eso han contribuido las nuevas terrazas de hostelería como la instalada por Beldaglass en una cafetería y restaurante de la villa madrileña. Una oportunidad y un reto para el equipo de la empresa que tuvo que construir desde un suelo nivelado a la altura del resto del restaurante, techo móvil y cerramiento con cortinas de cristal. Una gran obra cuyos resultados demuestran que bien merece la pena la inversión en las terrazas de hostelería para agradar a los clientes con una buena carta.
Una terraza desde cero
El proyecto de construcción de una isla para terraza de hostelería con cortinas de cristal y techo móvil partió desde cero. Desde Beldaglass optamos por una instalación completamente nueva que incluye un suelo resistente para la terraza posteriormente terminado en consonancia con el resto del restaurante. De esta forma se consiguió salvar el desnivel existente en la plaza y colocar la terraza a la misma altura que el resto del piso de la cafetería, evitando innecesarios obstáculos en el suelo. Además la terraza gana en calidad, pues una vez concluida la obra el resultado es un salón exterior de restaurante con inmejorables acabados desde el suelo al techo y visión panorámica de la plaza.
Para realizar el acristalamiento de las paredes la opción seleccionada se escogió tras valorar las diversas propuestas planteadas, la cortina de cristal con guía en el suelo fue la mejor solución, sin embargo, al realizarse el suelo por parte de Beldaglass se tuvo la oportunidad de ocultar las guías bajo la tarima, de forma que visualmente hay continuidad y no existe ningún obstáculo al paso una vez replegada las cortinas en uno de los laterales de la terraza.
Para mejorar aún más la imagen del velador fijo y aprovechar la temperatura exterior en los días más apacibles, se instaló en la terraza para hostelería de este establecimiento de Móstoles un techo móvil de policarbonato, que permite la entrada de luz, pero no es transparente, preservando las miradas indiscretas desde el exterior y la visión de un techo manchado por las inclemencias del tiempo, a la vez que se puede recoger para favorecer la renovación del aire por convección en los días más calurosos. Todo un reto para Beldaglass que vuelve a demostrar su compromiso con la hostelería con esta nueva terraza acristalada.